¿Una vez más llevaremos a cabo la bendición de los animales en la Catedral de San Mateo. Esta bendición la hacemos en el marco de la fiesta de san Francisco de Asís (4 de octubre), santo italiano reconocido por su amor a la pobreza, a la naturaleza y a los animales.
La finalidad es reavivar la conciencia sobre la responsabilidad que tenemos en el cuidado de todos los seres vivos y de la naturaleza. Somos conscientes que el ser humano ha afectado gravemente la creación que le fue confiada por Dios. Nos olvidamos que este mundo es nuestro hogar y esas pequeñas acciones que podemos hacer cada día, contribuyen al cuidado de este hogar. Hablamos de no desperdiciar recursos como el agua y la electricidad; no contaminar el aire la tierra y el agua con basura o el uso irresponsable de nuestros automóviles. Hemos crecido pensado que somos sus propietarios y dominadores, autorizados a explotar la creación y esto le ha hecho mucho daño.
La carta encíclica del papa Francisco, dedicada precisamente a este tema, dice en su primer párrafo: «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba»