El 16 de noviembre hemos celebrado las Confirmaciones en la Catedral de San Mateo. Nos alegramos con todos los jóvenes y adultos que han terminado su curso de catequesis y han aprendido un poco más acerca de su fe. Y debemos recordar que la formación Cristiana no termina con este curso, sino que es continua y permanente, porque cada día podemos aprender algo nuevo.
El sacramento de la Confirmación es uno de los tres sacramentos de iniciación cristiana, junto con el Bautismo y la Comunión. La misma palabra “Confirmación”, que significa afirmar o consolidar, nos dice mucho, pues por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo, para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla a los demás.
A partir de la Confirmación nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace capaces de ser testigos de Cristo, con la ayuda del Espíritu Santo.