Hoy es el primer domingo del año civil, también en la iglesia celebramos la fiesta de la Epifanía. Cuando llega esta época del año, es bueno conectarse como iglesia o como familia reflexionando sobre el año que ha pasado, e imaginar el que tenemos ante nosotros.
Nuestras oraciones y reflexiones de hoy son una invitación a pensar en nuestros acontecimientos de la vida, tanto grandes como pequeños. Desde importantes lecciones de vida y recuerdos muy queridos, hasta nuestros alimentos y quizás libros favoritos, todos estos son aspectos destacados del año, que son dignos de mantenerse en un lugar especial en nuestros corazones y siempre nos hará bien mirar hacia atrás recordándolos.
¡También nuestra invitación para todos es a visualizar el año que tenemos frente a nosotros y poner nuestros planes e ideas en acción! Recuerden, cuanto más específico al establecer metas, ¡mejor! El primer paso es tomar tus sueños grandes y dividirlos en pasos que podamos cumplir, un paso a la vez. Son los pequeños logros los que crean una sensación de bienestar tanto para los niños como para los adultos.
Vamos a dedicarle un tiempo imaginando lo que se sentiremos al lograr nuestras metas y sueños. Y especialmente, nunca olvidemos incluir a Dios en nuestros planes. Cuando le damos el lugar especial del que El es digno, la vida es mucho mejor para ustedes y sus seres queridos. Hagamos del 2020 el mejor año de nuestras vidas, ¡crezcamos y celebremos nuestros logros!