Durante el tiempo de Adviento veremos en las Iglesia o incluso en nuestras casas una Corona de Adviento, la cual tiene 4 velas de diferentes colores y una en el centro de color blanca, cada domingo se ira encendiendo una vela, hasta que llegemos a la vela del centro que significa que Jesús ha nacido.
Ahora esta breve explicación nos ayudará a entender el significado que tiene, para que domingo a domingo nos preparemos con este símbolo a recibir a Jesús.
Los invitamos a que no sea un símbolo en nuestra Iglesia, sino que también los llevemos a nuestros hogares.
¿Qué es la corona de Adviento?
Es un símbolo que nos ayuda en nuestra preparación para vivir la Navidad, el Nacimiento de Jesús.
Su origen viene de una costumbre europea, que se ha hecho popular en todo el mundo. La corona no es un rito litúrgico, pero sí es una buena ayuda para tomar conciencia de la preparación que debemos tener, para recibir a Jesús que viene a habitar entre nosotros.
La corona nos va señalando los pasos que necesitamos dar para prepararnos a la Navidad
¿De que consta?
Corona de follaje verde, ya sea de pino o laurel, el color verde simboliza: La esperanza y la vida.
Las flores rojas de nochebuena o el listón rojo, que se usa para adornar, simbolizan el Amor de Dios que nos envuelve y a la vez el amor que nosotros le tenemos a el y que esperamos su venida.
La forma redonda que tiene la corona: nos recuerda que Dios no tiene ni principio ni fin, es eterno.
Las velas:
3 velas moradas: color propio de la penitencia, se enciende la primera, segunda y cuarta semanas, de una en una.
Vela rosa: simboliza el Gaudette, que es el anticipo a la alegría que representa que Jesús viene. Se enciende el tercer domingo
La Vela del centro de color blanco: se enciende el día de Navidad, simboliza que Jesús, al que esperamos, ha nacido y habita entre nosotros.
Este signo, como lo decíamos anteriormente, lo podemos hacer también en casa, cada domingo como familia, ir encendiendo una vela, haciendo una pequeña oración, y así como familia, estamos esperando que Dios nazca en nuestros corazones. Recuperando el verdadero sentido de estas festividades.
Que este signo de la corona de adviento nos ayude a cada uno a crecer en la Fe, a crecer en la Esperanza, y que preparemos nuestros corazones, para recibir a Jesús, de manera personal, familiar y comunitaria.
Sandra Alvarado
Cfr: Equipo Paulinas, Celebraciones para todo el año litúrgico, Ed. Paulinas, Bogotá Colombia, 2008. pág. 11.
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