Cuando nos persignamos, oramos haciendo cuatro cruces en nuestro cuerpo: Por la señal de la Santa Cruz (cruz en la frente o la cabeza): significa la señal del amor de Jesús, de su entrega hasta el extremo de morir por nosotros. Esta cruz es para librarnos de pensamientos negativos.
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De nuestros enemigos (cruz en la boca): significa que Dios nos libre de la soberbia y egoÃsmo. Esta cruz es para que evitemos las palabras que hieren, que lastiman a los otros o nos dividen.
LÃbranos, Señor, Dios nuestro (en el pecho): significa que, a Dios, de corazón, le hacemos esta petición. Esta cruz es para que nuestras acciones y trabajo se realicen conforme a la palabra de Dios, siempre rechazando el mal.
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En el nombre del Padre, del Hijo y del EspÃritu Santo. Amén. (desde la frente, luego el pecho, después el hombro izquierdo y luego el derecho). Simboliza que somos parte de Dios y de la Iglesia. Esta es una entrega total a la presencia de Dios.
Fr. Martin
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