El evangelio de hoy nos presenta tres momentos de Jesús: despidiendo a la multitud; orando; y, caminando sobre las aguas para estar con sus discípulos. Los tres momentos fortalecen nuestra confianza en Jesús: en ellos descubrimos que el Señor alimenta nuestro cuerpo con el pan y nutre nuestro Espíritu con la oración y su palabra que invita a la tranquilidad: «¡Ánimo, soy yo, no tengan miedo!»
En los tiempos que vivimos, de crisis de fe y de salud, podemos sentir también nosotros la tentación del temor y el pesimismo, incapaces de ver a Jesús caminando en medio de la adversidad. Es importante que sepamos percibir la voz de Jesús que nos da ánimo y nos invita a disipar el temor.
«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti» Hoy le pedimos a Jesús que todo lo que hagamos lo realicemos con una fe confiada en su Palabra, porque por la fe sabemos que Él nos tiende la mano e impide que nos hundamos, enseñándonos a confiar en Él, y no en nuestras fuerzas. Sólo así podremos caminar también sobre la adversidad y alcanzar la paz que sólo Jesús nos puede dar.
Comments