El Concilio de Jerusalén

El Primer Concilio de Jerusalén aparece en la Biblia en el capítulo 15 del libro de los Hechos de los Apóstoles.

Se trata de un encuentro entre los responsables de la Iglesia de Jerusalén, y la de Antioquia. Esa reunión estuvo motivada por el problema surgido entre los primeros cristianos a causa de que algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, querían obligar a los no judíos a circuncidarse y a guardar la ley de Moisés.

Surgió entonces una fuerte discusión por parte de Pablo y Bernabé contra ellos, entonces los hermanos determinaron que Pablo, Bernabé y algunos otros subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión. Después de las discusiones y habiendo dado testimonio Pedro, Pablo y Santiago, resolvieron con la ayuda del Espíritu Santo que los creyentes no judíos quedaban exentos totalmente de la ley de Moisés. Así, el Concilio de Jerusalén, dio como resultado el triunfo de la libertad cristiana.