Un hombre ha plantado una higuera y durante tres años va a buscar sus frutos, pero al no encontrarlos, piensa en cortarla. Pero el viñador le pide al dueño le conceda una un año más, y durante ese tiempo dedicará más atención a esa higuera, para hacer que produzca. ¿Qué representan los personajes de esta parábola?
El dueño representa a Dios Padre y el viñador es Jesús, la higuera es el símbolo de la humanidad con una existencia estéril, incapaz de dar, incapaz de hacer el bien. Jesús intercede ante el Padre en favor de la humanidad y le pide que espere y le conceda un poco más de tiempo para que los frutos del amor y la justicia empiecen a brotar.
En esta Cuaresma podemos pensar: ¿Qué debo hacer para acercarme al Señor, para “cortar” las cosas que no van bien? No debemos dejar las cosas para después. ¿Estarás vivo la próxima Cuaresma? Pensemos hoy, cada uno de nosotros: ¿qué debo hacer ante esta misericordia de Dios que me ha concedido este año más de vida? Que la Virgen María nos ayude a vivir estos días de preparación para la Pascua como un tiempo de conversión y renovación espiritual.
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