El agua es fundamental para nuestra vida. Necesitamos el agua para saciar la sed, para lavarnos y refrescarnos, para preparar los alimentos. Sin agua no es posible la vida. Es por esta razón que la Iglesia utiliza el agua como símbolo de vida nueva. Para recibir esta vida nueva nos bautizamos por medio del agua y del Espíritu Santo. Jesús se identifica con el Agua Viva. Con el agua que limpia, con el agua que apaga la sed. En el bautismo el agua representa nuestra renovación personal y el rechazo al pecado.
Cuando utilizamos el agua bendita lo hacemos para renovar esa bendición que recibimos desde nuestro bautismo. Especialmente durante el tiempo de Pascua utilizamos el agua bendita como señal de esa vida nueva y resucitada en nosotros. Hoy le decimos a Jesús resucitado que se acerque a nosotros y nos conceda purificarnos con el agua bendita, signo de la pascua. Usar el agua bendita como señal de que hemos muerto a nuestro pecado y hemos recibido la vida nueva por su resurrección.
Comments