Me levantaré,
volveré a mi padre y le diré:
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.”
Para el sacramento de la Confesión hay una serie de pasos que debemos hacer: y podemos resumirlos en los siguientes:
Examen de conciencia. Es cuando revisamos nuestra conducta para poder saber cuáles son nuestros pecados.
Dolor de los pecados. Es el sentir arrepentimiento de las cosas malas que hicimos.
Decir todos los pecados al confesor. ...
Cumplir la penitencia. ...Reparar el daño si es posible.
Propósito de enmienda… proponerse no volver a cometer los mismos errores.
Todos estos pasos son importantes, pero uno que es esencial es “El arrepentimiento”, es decir, el pesar que una persona siente por algo que ha hecho, dicho o dejado de hacer. Porque sólo quien se arrepiente es capaz de cambiar su conducta. Es la prueba más clara de que somos dignos de recibir el perdón por parte de Dios o de la persona que hemos ofendido.
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