La Fiesta de nuestro Santo Patrono es una excelente oportunidad para agradecerle al Señor, por intercesión de San Mateo, todos los beneficios recibidos a lo largo del año. Ante todo, por la vida que nos concede y por la fe que ha sembrado en nuestros corazones. La fe que cada uno de nosotros tiene es la que nos ha permitido no acobardarnos ante las dificultades por las que hemos atravesado.
Es por la experiencia de fe que hemos vivido en esta comunidad, aquí en la Catedral de San Mateo, donde asistimos como familia y nos sentimos en confianza. Tenemos un gran sentido de pertenencia a la comunidad y por medio de los sacramentos que celebramos recibimos el amor de Dios y es el que nos motiva a seguir luchando, a seguir creyendo y a seguir esperando.
Le pedimos a Jesucristo por medio de la intercesión de la Santísima Virgen y de San José que en esta fiesta de San Mateo nos ayude a renovar nuestras fuerzas. Que nos conceda la paz y la serenidad en nuestros corazones para poder vivir nuestra conversión para ser cada vez mejores discípulos suyos.
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