El evangelio de Marcos que retomamos en este domingo de la fiesta de la Ascensión del Señor había terminado las mujeres visitando la tumba de Jesús; allí se encuentran a un joven vestido de blanco les anuncia que Jesús ha resucitado y les manda que vayan a darle esa noticia a los discípulos. Pero, según el evangelista, ellas llenas de temor no le dicen nada a nadie. (Marcos 16,8). Así terminaba originalmente el evangelio de Marcos.
Sin embargo, el evangelio no podía terminar así y, según los estudios del Nuevo Testamento, los últimos versículos de este capítulo 16, los versículos del 9 al 20, son un añadido posterior, inspirados en el evangelio de Lucas, presentando un resumen de las apariciones de Jesús Resucitado a sus discípulos y concluyendo con la ascensión de Jesús al cielo (subida). En otras palabras, el evangelio concluye con un Jesús regresa al Padre, pero confía su misión a los discípulos. La ascensión da inicio a la misión de quienes han creído en Jesús, como tú y como yo. “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura”.
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