El Día de la Madre es una festividad de reciente celebración, pero con una larga tradición histórica.
Los primeros datos llegan de la antigua Grecia. En esta cultura, se rendían honores a Rea, madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Los romanos tomaron este concepto como préstamo, y bautizaron como “Hilaria” a esta celebración, que tenía lugar cada 15 de marzo en el templo de Cibeles, duraba 3 días, y consistía en realizar diferentes ofrendas.
Los católicos se acogen a este concepto para honrar a la Virgen María, madre de Jesús. En un principio, se celebraba el día 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción. En Inglaterra en el siglo XVII, el concepto se denominaba Domingo de las Madres. Los niños iban a misa y volvían a casa con regalos para sus madres.
En Estados Unidos, durante 1870 la poetisa y activista Julia Ward Howe escribió la “Proclama del Día de la Madre”, sobre la paz y el desarme. 18 ciudades estadounidenses realizaron una reunión del Día de la Madre. El 12 de mayo de 1907, la hija de Julia, Ann Maria Reeves Jarvis, para conmemorar el fallecimiento de Julia, organizó un “Día de la Madre”, con una fuerte campaña en todo el territorio de los Estados Unidos.
7 años después, el presidente Woodrow Wilson, declaró en el año 1914, el Día de la Madre cada segundo domingo de mayo en Estados Unidos. Ann Maria Reeves Jarvis celebraba reuniones entre madres para intercambiar opiniones sobre distintos temas de actualidad.
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