El 29 de agosto conmemoramos el martirio del san Juan “El Bautista” conocido por haber realizado el bautismo de Jesús. San Juan murió a manos de Herodes, tetrarca de Perea y Galilea, tras su cautiverio en la fortaleza de Maqueronte, la cual estaría ubicada en Perea, en la actual Jordania.
El Evangelio, después del bautismo de Cristo en el Río Jordán, nos dice que el tetrarca, al escuchar historias sobre Jesús, creyó que Juan el Bautista había resucitado de entre los muertos.
Herodes se habia Casado con Herodías esposa de su hermano Felipe, lo cual Juan desaprobaba publicamente. Tras conocer esto, y para contentar a su mujer, Herodes encarceló al profeta. Aunque lo encerró, el tetrarca lo mantenía con vida porque le gustaban las historias que contaba y tenía temor a las posibles represalias del pueblo si lo matara. Pero, el día de su cumpleaños, Herodes juró a su hijastra Salomé, que le haría el regalo que quisiera, por haber danzado en su honor.
La madre de Salomé le solicitó que le pidiera la cabeza de Juan Bautista en una bandeja de plata. Herodes, aunque reticente, cumplió su promesa y lo mandó decapitar . Salomé entregó la cabeza a su madre y los discípulos del profeta enterraron su cuerpo.
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