“ALELUYA” es una adaptación de la expresión hebrea: “hallel-Yah”, que significa “alaben [ustedes] a Yah”, es decir, “Alaben a Dios”. El Aleluya se canta en todas las misas, con excepción de los tiempos penitenciales como la Cuaresma (en la cual tampoco se canta el Gloria).
Dentro de los textos bíblicos, los Salmos son fundamentalmente una alabanza, por lo que muchos comienzan con esa palabra: “Aleluya” (106, 111, 112, 113, 135, 146, 147, 148, 149, 150) o terminan así (105, 115, 116, 117).
Aleluya, es un grito de alabanza. Es la palabra del Señor de pie delante del Padre después de resucitar de entre los muertos; y su Espíritu hace surgir esta misma palabra en quienes participamos en la misa. Y cantamos esta alabanza porque en la proclamación del Evangelio el Señor resucitado está presente en medio de nosotros.
P. Tarcisio
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