
Decir el Credo de los Apóstoles, cada domingo, en la celebración de la Misa, nos une a todos los cristianos como Iglesia de Cristo, como comunidad de creyentes, más allá de las diferentes tradiciones y ritos.
Al recitar el Credo, nos unimos a los cristianos del pasado y del presente, y de todo el mundo, para proclamar nuestra fe común: Creo en Dios, Uno y Trino.
El Credo es una oración esencial a la hora de proclamar, renovar y transmitir la fe, que nadie se ha dado a sí mismo. Contiene de manera breve, un compendio de las verdades y enseñanzas que los Apóstoles nos transmitieron… y que, a su vez, recibieron de Cristo.
Es como un resumen de nuestra religión y de las verdades que son el pilar de la fe católica que nos ayudan a fomentar la unidad de la Iglesia Universal, misma que no cesa de confesar la fe recibida de un solo Señor, transmitida por un solo bautismo y tenemos la convicción de tener un solo Dios y Padre. Esta misma fe en la unidad de todos los redimidos por Cristo es la base de nuestra identidad ecuménica.
El Credo se estructura en tres partes. Cada parte expresa los dogmas asociados a cada persona de la Santísima Trinidad: la primera parte trata de Dios Padre, la segunda de Dios Hijo y la tercera del Espíritu Santo.
P. Claudio
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