El uso del Agua Bendita es una forma de recordar nuestro Bautismo, ese día en que Dios nos concedió la gracia y el perdón de nuestros pecados. Para recibir el Agua Bendita basta con mojar uno de nuestros dedos y trazar con él una cruz en la frente para bendecirnos.
No es necesario usar mucha agua, es suficiente trazar esa cruz, signo de Jesús que nos salva. También se acostumbra que el sacerdote bendiga los autos o acuda a los hogares cristianos a bendecir la familia y, a rociar la casa con agua, para renovar esa gracia del Bautismo.
En este tiempo de pandemia hemos dejado de usar la pila que se encuentra a la entrada de la iglesia. Pero tenemos la oportunidad de recibir la bendición con Agua Bendita cuando se lo pedimos al sacerdote. Regularmente hacemos las bendiciones al terminar la Santa Misa.
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