II DOMINGO ORDINARIO
Este segundo domingo del Tiempo Ordinario aún tiene relación con la Epifanía del Señor. El Evangelio resalta la manifestación de Jesús en el primer signo (milagro) que realiza al iniciar su misión en Cana de Galilea, donde fue invitado a una boda junto con María su madre.
Mas allá de lo estrictamente religioso, la actitud de Jesús en las bodas indudablemente es una bendición. El amor humano es algo bello y querido por Dios. El signo de convertir el agua en vino es una anticipación que anuncia la capacidad y la fuerza de Jesús y de su evangelio.
Se nos da una clave para captar la novedad que Cristo trae a la humanidad: Una
acción transformadora que es fermento de vida, gozo y alegría. Y nos indica, a la vez,
como debemos influir los cristianos en nuestra sociedad para llevar las realidades
humanas a su plenitud.
¡ Hagamos lo que Él nos diga !
Fr. Claudio
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