Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes…
El evangelio de Lucas nos presenta hoy una colección de dichos o enseñanzas esenciales de Jesús. Son parte de nuestra fe cristiana y son tan desconcertantes como cuando declara “bienaventurados, dichosos y bendecidos”, a los pobres, los que lloran, los que sufren, los que son perseguidos… ¿De qué se trata? ¿Es posible vivir conforme a esos valores, a esa propuesta? ¿No es más fácil, odiar, maldecir, difamar, robar…? Aparentemente sí. Pero las consecuencias de vivir y actuar con esas actitudes también serán lo que nosotros recibiremos.
“Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario?” Esa es la clave del respeto, de romper con los ciclos de violencia y maldad que invaden nuestro mundo.
Es fácil llevar el nombre cristiano, pero no es fácil vivir como cristiano. Sin embargo, la historia nos ha mostrado que es posible vivir esta enseñanza de Jesús, por el camino de la no violencia. Empecemos por lo más cercano en nuestras relaciones para vivir conforme a estos valores. Sin renunciar al derecho de levantar la voz ante injusticias, a decir las cosas claras, como son; y a no confundir el perdón con sumisión ni la no violencia con debilidad.
Fr. Tarcisio
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