Hoy estamos celebrando la Epifanía, es decir, la manifestación de Cristo a todos los pueblos. Esta fiesta también es popularmente conocida como el día de los Reyes Magos. Es una fiesta que va de la mano directamente con la del domingo siguiente: el Bautismo del Señor, otro momento de manifestación, pues es el momento del comienzo del ministerio público de Cristo.
Lo principal de la fiesta de hoy lo expresa el evangelio de San Mateo, con el episodio de los sabios de Oriente, desde su nacimiento Jesús tiene una significación universal, sin distinción de razas, o culturas. Dios se manifiesta: nace para manifestarse, para comunicarse, para hacerse accesible a todos. Jesús no vino al mundo para estar en lo privado, sino a decirnos que Dios es nuestro Padre, que nosotros somos sus hijos y que todos somos hermanos.
Los reyes magos trajeron sus regalos al Niño Dios. Es importante que nos hagamos regalos unos a otros. Podemos ofrecer principalmente el testimonio de nuestra fe, regalar la luz que hemos recibido. Es el mejor regalo que podemos hacer, pues el mundo necesita a este Niño Dios que ha nacido en Belén. Jesús ha nacido para todos: ser nosotros mismos estrellas que indican el camino a todos aquellos que buscan a Dios.
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