DOMINGO DE PENTECOSTÉS
El acontecimiento del Pentecostés Cristiano es la continuidad del proyecto salvífico de Dios, que comienza con la Creación, luego la Redención y ahora la Santificación de la humanidad redimida.
En Pentecostés, El Espíritu del Resucitado hace al hombre participar más de la vida divina, dándole la paz, el perdón y la capacidad de amar al estilo de Cristo, El Hombre Nuevo.
Los discípulos de Jesús en Pentecostés expresan con sus sentimientos de paz y alegría, que han recuperado la vida del Maestro Crucificado, es decir, su Espíritu.
Sin ningún reproche, han sido liberados de culpabilidades, desilusiones, miedos y sentimiento de abandono y soledad. Ahora experimentan la fidelidad de Cristo, Dios y Hombre verdadero, a sus promesas de continuar viviendo entre ellos… para humanizar y santificar el mundo, para hacerlo más fraterno mediante la misión de anunciar el Evangelio y dando testimonio del Resucitado.
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