"Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”
En la primera lectura, Josué interpela a su pueblo y le pide que decida en quién creer, si en le Dios de Israel o en otros dioses. No pueden solamente creer por conveniencia, optando por uno otro según la conveniencia de cada quien.
También en el evangelio de hoy (Jn 6,60-69), Jesús confronta a sus discípulos con palabras directas. Muchos le abandonan. Pedro, hablando aparentemente en nombre de todos los apóstoles, expresa su fe firme en el Señor diciendo: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”
Tarde o temprano, todos nos encontramos ante la disyuntiva de confirmar nuestra fe, y comprometernos a vivir de acuerdo a los principios y valores cristianos. Muchos nos alejamos, otros nos decepcionamos de la fe y de las iglesias o religiones. Pero cuando nuestra fe entra en crisis, también podemos llegar a renovar conscientemente nuestra opción y decimos: “Señor, a quién iremos, sólo tú tienes palabras de vida eterna.”
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