Primera Lectura (Neh 8:2-6.8-10): La Palabra de Dios movía e Inspiraba al Pueblo
Segunda Lectura (1Cor 12,12-30 ó 12,12-14.27): Cada uno tiene su papel en el Cuerpo
Evangelio (Lc 1,1-4; 4,14-21): Hoy la Buena Nueva se cumple en Jesús
Las lecturas de este domingo, nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la lectura de la Biblia en nuestras comunidades. En el libro de Nehemías, hemos escuchado con cuánta emoción participó el pueblo de Israel en la lectura de las Sagradas Escrituras. Fue un día de fiesta y de gran alegría. Y la lectura iba acompañada de una explicación por parte de los sacerdotes.
En el evangelio también encontramos a Jesús participando con su comunidad en la sinagoga. Él mismo se ofreció para leer el pasaje del profeta Isaías, y también para hacer una explicación de la lectura. A todos sorprendió la brevedad de sus palabras, y lo directo de su mensaje: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Si bien la Biblia, la Palabra de Dios, nos habla de acontecimientos del pasado, su mensaje conserva toda su actualidad para la realidad que nos toca vivir hoy. Como creyentes, hemos de esforzarnos por leer y escuchar la Palabra de Dios para iluminar nuestro caminar, recordado que la Biblia es como una carta de parte de Dios para toda la humanidad.
Cada vez que participamos en la Eucaristía, tenemos la oportunidad de escuchar las lecturas de la Biblia. Pero es necesario participar de buena gana y bien dispuestos a escuchar lo que nos dice, sabiendo que Dios nos habla por medio de su Palabra y siempre tendrá algo para nosotros, si le ponemos atención.
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