
El Cordero de Dios, “Agnus Dei” (en latín), en la Iglesia Católica, señala los textos litúrgicos cantados o recitados durante el rito de la fracción del pan consagrado.
Cuando las especies eucarísticas del pan, ahora, el Cuerpo de Cristo, se parte y un pequeño fragmento se agrega al cáliz. Después del rito viene la Invitación a la Comunión, la cual comienza: “Éste es el Cordero de Dios”.
Se canta o se reza para acompañar el rito de la fracción, y las dos primeras líneas se pueden repetir cuantas veces dure la fracción. La primera parte de la invocación es esencialmente una cita de Juan 1, 29, “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Éstas son las palabras de Juan Bautista cuando vio pasar a Jesús y, mientras bautizaba a los pecadores arrepentidos en el Río Jordán.
La naturaleza sacrificial de este cordero es reforzada por el texto del Apocalipsis, en el pasaje del Capítulo 5,11-12 “El Cordero que ha sido inmolado es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza”. Entonces, no es cualquier cordero, sino Cristo, el cordero inmolado, a quien damos honor y gloria, reconociendo su poder, durante el rito de la fracción.
Fr. Claudio
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