El discurso de Pedro en los Hechos de los apóstoles es un llamado para reconocer y aceptar a Jesucristo, como Hijo de Dios. Nadie debe sentirse excluido, pues sus promesas de salvación son para todo aquel que se arrepiente de sus pecados y vive para hacer el bien.
En el evangelio de Juan, Jesús se compara con la puerta de las ovejas, y como el verdadero pastor. La puerta sirve para proteger de los peligros y cubrir en tiempos tormentosos. La puerta nos permite entrar y salir cuando escuchamos la voz del verdadero pastor, un pastor que conoce a los suyos por nombre.
Jesús se presenta hoy a sí mismo como un amigo que nos conoce y nos llama a caminar con él por el camino de la vida. Él nos sostiene y protege, pase lo que pase; y nos muestra el camino a seguir, bajo su protección. Sin embargo, muchos de nosotros no lo seguimos, porque no le hemos conocido todavía o no queremos arrepentirnos de nuestros pecados. Pero todos estamos invitados a creer y confiar en él.
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