En el evangelio escuchamos un discurso de Jesús donde se va despidiendo de sus discípulos. Por una parte, los discípulos tienen miedo a quedarse sin su Maestro; Jesús les insiste en que, a pesar de su partida, nunca sentirán su ausencia porque podrán contar con el Espíritu Santo.
El Espíritu santo los mantendrá fieles a su mensaje, por eso lo llama “Espíritu de la verdad”. Jesús les explica que, si viven guiados por el Espíritu, recordando y guardando sus palabras, conocerán la paz. A partir de allí todos los discípulos de Cristo podremos contar con la ayuda del Espíritu Santo para no desviarnos del camino de Dios.
En estos tiempos difíciles es necesario dejarnos guiar por el Espíritu Santo quien siempre nos conducirá a la verdad. Algunas veces nos perdemos por caminos equivocados, y es necesario recuperar el buen camino al dejarnos guiar por el Espíritu que animó siempre la vida entera de Jesús.
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