EL VERBO SE HIZO CARNE
El inicio de la carta a los Hebreos resume muy bien el significado de la fiesta de Navidad: “Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas. En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo…” (Heb 1,1-2).
El evangelio de Juan inicia con un himno de profunda admiración y alegría, porque el Hijo de Dios hecho hombre, el Verbo, es el mismo Dios que entra en nuestra historia, asumiendo nuestra condición humana y para decirnos que es posible caminar conforme lo que él nos propone.
Sin embargo, en plena celebración y llenos de alegría, también se escuchan frases de lamento porque “vino a los suyos y los suyos no le recibieron” (Jn 1,11), anticipando de esta manera lo que años más tarde, siendo adulto, sucedería con la predicación de su Buena noticia en medio de su pueblo. No todos lo recibieron de la misma manera.
P. Tarcisio
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