Hoy San Marcos nos presenta el relato de la Transfiguración del Señor.
El encuentro de Jesús con Elías y Moisés, en esta segunda semana de cuaresma, nos invita a contemplar a Jesús como El Hijo de Dios, como el que trae la Ley definitiva y la Palabra profética. En su persona nos encontramos con Dios, como los antiguos israelitas en la Tienda del Encuentro. Ya no es necesaria la sugerencia de Pedro de construir mas tiendas… Escuchar y contemplar a Cristo es encontrarse con Dios. La transfiguración prepara a Pedro, Santiago y Juan para superar el escandalo de la cruz y ser, llegado el momento, testigos de su gloriosa resurrección.
No se puede permanecer en el monte Tabor, sin subir primero al Gólgota o Calvario.
P. Claudio
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