Hoy concluimos el Año Litúrgico, el Año de la Iglesia, con la solemne celebración de Cristo, nuestro Pastor y Rey; quien vino a nosotros como nuestro Buen Pastor y nos confió la responsabilidad de cuidar unos de otros. Él es un rey especial, que no ha venido a ser servido sino a servir, que no ha venido a que otros den la vida por él, sino que él ha dado su vida por todos. Su reino es un reino de paz, de Misericordia y de amor.
Estamos por iniciar el Tiempo de Adviento, que es el tiempo de preparación para celebrar la navidad, el nacimiento Cristo, Rey del universo. Dios viene, quiere entrar en nuestra historia humana, Jesús nace como un niño pobre e indefenso, que nos pide le preparemos un lugar en nuestra vida, para recibir su mensaje de amor, de paz, de esperanza. Es tiempo de quitar lo que estorba en nuestra vida para encontrarnos con Él. Es tiempo de vivir esta navidad con verdadero espíritu cristiano.
P. Tarcisio
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